viernes, 3 de diciembre de 2010




Las cosas mueren, pero no siempre se quedan muertas. Créeme, lo sé. Hay una raza de vampiros en este mundo que son literalmente muertos-andantes. Se llaman Strigoi, y si todavía no tienes pesadillas, deberías. Son fuertes, son rápidos, y matan sin vacilación ni misericordia. También son inmortales – lo que dificulta todavía mas destruirlos. Solo hay tres formas de hacerlo: una estaca de plata clavada directamente en el corazón, decapitación, o prenderles fuego. Ninguna de ellas es fácil, pero es mejor que no tener ninguna opción.
También existen en este mundo vampiros buenos. Se llaman Moroi. Ellos están vivos, cada uno tiene el increíble y fantástico poder de usar magia con uno de los cuatro elementos – tierra, agua, aire y fuego. (Bueno la mayoría de los Moroi, pueden hacer eso -  explicaré más sobre esa excepción más tarde) Apenas usan su magia, para prácticamente nada, lo que es realmente triste. Habría sido una gran arma, pero los Moroi creen firmemente que la magia solo debe ser usada para cosas pacificas. Esa es una de las mayores reglas en su sociedad. Los Moroi son altos y delgados y no pueden soportar mucha cantidad de luz. Pero tienen sentidos sobre humanos que lo compensan: visión, olfato y audición. 
Ambas clases de vampiros necesitan sangre. Supongo, que eso es lo que los hace vampiros. Sin embargo, los Moroi no matan para conseguirla. Todo lo contrario, ellos mantienen a algunos humanos cerca que voluntariamente donan pequeñas cantidades de sangre. Ellos se ofrecen, por que las mordidas de los vampiros contienen endorfinas que te hacen sentir, muy, muy bien, y pueden hacerse adictivas. Sé eso por propia experiencia. Esos humanos son llamados alimentadores, y son realmente adictos a los mordiscos de los vampiros.
Aún así, mantener a los alimentadores cerca, es mejor que hacer las cosas al estilo Strigoi, por que, como puedes esperar, ellos matan para obtener sangre. Creo que eso les gusta. Si un Moroi mata a una victima mientras ellos se están alimentando, el o ella, se trasformará en un Strigoi. Algunos Moroi hacen eso por propia elección, abandonando su magia y su dignidad por la inmortalidad. También se pueden transformar en Strigoi a la fuerza. Si un Strigoi bebe la sangre de una victima y hace que esta beba de la suya…bueno, ahí tienes a un nuevo Strigoi: eso le puede pasar con cualquiera: humano, Moroi, o… dhampir.
Dhampir.
Eso es lo que yo soy. Los dhampirs son medio humanos, medio Moroi. Me gusta pensar que tenemos las mejores características de ambas razas. Yo soy fuerte y robusta, como los seres humanos, también puedo salir al sol tanto tiempo como quiera. Pero, como los Moroi, tengo óptimos sentidos y rápidos reflejos. El resultado es que los dhampirs son los mejores guardaespaldas - que es lo que la mayoría somos. Nos llaman guardianes.
Pasé toda mi vida formándome para proteger a los Moroi de los Strigoi. Tengo un conjunto de clases especiales y de prácticas en la Academia de San Vladimir, una escuela privada para Moroi y dhampirs. Sé cómo utilizar todo tipo de arma y puedo dar algunas buenas patadas. Les he dado palizas a chicos que me doblan en tamaño, - dentro y fuera del aula. Y de hecho, son básicamente a quienes tengo que ganar, ya que hay pocas chicas en mi clase.
Pero si bien los dhampirs heredamos los buenos rasgos, hay algo que nosotros no heredamos. Los dhampirs no pueden tener hijos con otros dhampirs. No me preguntes por qué. No es que sea una genetista ni nada parecido. Si los seres humanos y Moroi se juntasen harían más dhampirs, que es donde venimos en el primer  lugar. Pero esto apenas sucede; los Moroi tienden a permanecer lejos de los seres humanos. Sin embargo, por otro caso extraño de la genética, si los Moroi y los dhampirs se juntasen tendrían hijos dhampirs. Lo sé: es una locura. Se podría pensar que tendrían un bebé que es ¾ vampiro, ¿verdad?
Pues no. Mitad humano, mitad Moroi.
La mayoría de dhampirs nacen de hombres Moroi y mujeres dhampirs. Las mujeres Moroi prefieren tener bebés Moroi. Lo que esto normalmente significa que los hombres Moroi tienen relaciones con mujeres dhampirs y luego desaparecen. Esto convierte a muchas mujeres dhampirs en madres solteras, y es por eso que muchas de ellas no se conviertan en guardianes. Prefieren centrarse en criar a sus hijos.
Por consiguiente, solamente los chicos y un puñado de chicas son guardianes. Pero aquellos que optaron por proteger a los Moroi se toman en serio su trabajo. Los dhampirs necesitan a los Moroi para tener hijos. Tenemos que protegerlos. Por otra parte, es... bueno,  lo más honorable que tenemos que hacer. Los Strigoi son malos y antinaturales. No es justo que se aprovechen de gente inocente. Los dhampirs que se entrenan para ser guardianes, lo tienen grabado desde incluso antes de que empiecen a caminar. Los Strigoi son malos. Los Moroi tienen que ser protegidos. Los guardianes lo creen firmemente. Yo lo creo.
Hay un Moroi al que quiero proteger más que nadie en el mundo: mi mejor amiga, Lissa. Ella es una princesa Moroi. Los Moroi tienen 12 familias reales, y ella es la que única que queda de una de ellas - la Dragomir. Pero tiene algo que hace que Lissa sea especial, aparte de ser mi mejor amiga.
Recuerdas cuando dije que cada Moroi controla uno de los 4 elementos? Bueno, resulta que Lissa usa uno que nadie sabía que existía hasta hace poco. El Espíritu. Durante años, creímos que simplemente no desarrollaría ninguna habilidad mágica. Y entonces cosas extrañas comenzaron a suceder a su alrededor. Por ejemplo, todos los vampiros tienen la capacidad llamada coacción que obliga a otros a hacer lo que ellos quieran. En los Strigoi es muy fuerte. Es más débil en los Moroi, y también está prohibido. Lissa, sin embargo, tienen esa capacidad casi tan fuerte como la de un Strigoi. Con solo parpadear, la gente hará lo que ella quiere.
Pero eso no es la mejor cosa que puede hacer.
He dicho antes que no siempre las cosas permanecen muertas. Bueno, yo soy una de ellas. No te preocupes- no soy como los Strigoi. Pero yo morí una vez. (No lo recomiendo.) Pasó cuando el automóvil en el que viajaba se salió de la carretera. El accidente me mató, mató a los padres de Lissa, y a su hermano. Sin embargo, en algún momento del caos - sin que ella se diese cuenta - Lissa usó el Espíritu para traerme de vuelta. No supimos eso durante mucho tiempo. De hecho, ni siquiera sabíamos que el Espíritu existía.
Desafortunadamente, había una persona que si lo sabía antes de que nosotras lo descubriésemos. Víctor Dashkov, un príncipe Moroi que se estaba muriendo, descubrió los poderes de Lissa, y decidió raptarla y hacer de ella su médico particular - de por vida. Cuando me di cuenta que alguien estaba siguiéndola, decidí tomar las riendas del asunto. Dejamos la escuela y vivimos entre los humanos. Fue muy divertido -, pero también estresante – ser unas fugitivas. Estuvimos así durante dos años antes de que las autoridades del San Vladimir nos cazasen y nos trajesen de vuelta hace unos meses.
Fue ahí cuando Víctor actuó, secuestrándola y torturándola hasta que ella hizo lo que el quería. En el proceso, tomó algunas medidas bastante extremas - como lanzarme a mí y a Dimitri, mi mentor, un hechizo de lujuria. (Hablaré de eso mas tarde.) Víctor también explotó la forma en que el Espíritu hace que Lissa sea mentalmente inestable. Pero incluso eso no fue tan malo como lo que hizo con su propia hija Natalie. Llegó a alentarla para que se convirtiese en una Strigoi para ayudarle a escapar. Ella terminó estacada.
Incluso después de ser capturado después de la fuga, Víctor no mostró ningún remordimiento acerca de lo que le había obligado hacer, eso me hace pensar que no me estaba perdiendo nada al crecer sin un padre.
Aun así, ahora tengo que proteger a Lissa de los Strigoi y los Moroi. Sólo unos pocos agentes saben sobre lo que ella puede hacer, pero estoy segura de que hay otros como Víctor que quieren usarla. Afortunadamente, tengo un arma extra para ayudarme a protegerla. En algún momento mientras ella me estaba curando durante el accidente de coche, un lazo mental se formó entre ella y yo. Puedo ver y sentir lo que ella experimenta. (Sin embargo, solo funcionada de un lado. Ella no puede “sentirme”.) Este vínculo me ayuda a mantener un ojo en ella y así saber si está teniendo problemas, pero a veces, es extraño estar en la cabeza de otra persona. Estamos seguras de que hay muchas otras cosas que el Espíritu puede hacer, pero no sabemos todavía lo qué.
Mientras tanto, trato de ser la mejor guardiana que puedo ser. Escaparnos retrasó mi formación, por lo que tengo clases extras para compensar y recuperar el tiempo perdido. No hay nada en el mundo que quiera más que mantener a Lissa a salvo.
Lamentablemente, tenemos dos cosas que a veces complican mi formación. Uno de ellas es que actúo antes de pensar. Cada vez estoy mejorando más a la hora de controlarme, pero cuando algo ocurre, tiendo a golpear primero y preguntar después. Cuándo trato de proteger a aquellos que están en peligro... bueno, las reglas me parecen opcionales.
El otro problema en mi vida es Dimitri. Fue él quien mató a Natalie, es fantástico.
También es muy apuesto. Ok - más que apuesto. Está buenísimo- del tipo, del tipo que te hace dejar de caminar en la calle o te hace chocar con el tráfico. Pero como ya he dicho, es mi instructor. Tiene 24 años. Estos dos son los motivos por los que no debería enamorarme de él. Pero honestamente, la razón más importante es que él y yo seremos guardianes de Lissa cuando ella se gradúe. Si él y yo nos centramos en nosotros, entonces eso significa que no nos centramos en ella.
No tuve mucha suerte intentando olvidarme de él, y estoy segura de que a él le pasa lo mismo. Parte de lo que lo hace tan difícil es que él y yo estábamos bastante excitados cuando estábamos bajo la influencia del hechizo. Víctor quería distraerme mientras secuestraba a Lissa, y había funcionado. Estaba dispuesta a perder mi virginidad, y Dimitri está dispuesto a hacerlo. En el último momento, rompimos el hechizo, pero los recuerdos están siempre conmigo y eso hace que de vez en cuando sea realmente difícil centrarse en los golpes durante un combate.
A propósito, mi nombre es Rose Hathaway. Tengo 17 años, me preparo para proteger y matar vampiros, estoy enamorada de la persona equivocada, y tengo una mejor amiga, cuya extraña magia puede volverla loca.
Ey, nadie dijo que el instituto fuese fácil.

Capítulo 1.


Pensé que mi día no podría empeorar hasta que mi mejor amiga me dijo que podría volverse loca. Otra vez.
- Yo.. ¿Qué dijiste?- Yo estaba en el pasillo de su habitación, agachada sobre mis botas y ajustándolas. Levante mi cabeza, observé sus pensamientos a través de la confusión de cabello negro que cubría mi cara. Me había quedado dormida después de la escuela, y había pasado apresuradamente el cepillo por mi pelo para conseguir salir a tiempo. El pelo rubio platino de Lissa era liso y suave, por supuesto, suspendido sobre sus hombros como un velo de boda mientras me miraba con diversión.
- He dicho que creo que mis pastillas ya no son eficaces.- Me levanté y aparté el pelo de mi cara.
- ¿Qué significa eso?-, le pregunté.
A nuestro alrededor, los Morois pasaban a toda prisa, mientras se reunían con sus amigos para ir a cenar.
-Empezaste... - Baje mi voz. - Empezaste a tener tus poderes de nuevo? -Ella sacudió la cabeza, y vi un destello de arrepentimiento sus ojos.
-No. .. Me siento más cerca de la magia, pero aún no puedo utilizarla. Lo que he notado es principalmente más que otra cosa, ya sabes... Estoy cada vez más deprimida, de vez en cuándo. Para nada cercano a lo que solía estar-, añadió apresuradamente, al ver mi cara. Antes de que empezase a tomar las pastillas, el estado de ánimo de Lissa era tan malo, que se cortaba a si misma. -Sólo es un poco más de lo que era.-
-¿Qué pasa con las otras cosas que solías sentir? La ansiedad? Pensamientos ilusorios?- Lissa sonrió, sin tomárselo tan en serio como yo lo hacia.
- Suenas como si hubiera leído libros de psicoanálisis -. En realidad los había leído. - Estoy preocupada por ti. Si piensas que las pastillas no están haciendo efecto, tenemos que contárselo a alguien -.
-No, no.- Dijo rápidamente. -Estoy bien, de verdad. Todavía están haciendo efecto... sólo que no tan bien. No creo que deberíamos empezar a tener pánico todavía. Especialmente hoy, por lo menos. -
El cambio de tema funcionó. Descubrí a una hora que hoy iría a hacer mi test calificativo. Se trataba de un examen o mejor, una entrevista que todos los guardianes novatos tenían que pasar en la Academia de San Vladimir. Ya que había estado escondida con Lissa el año pasado, había perdido el mío. Hoy iba a ser llevada a algún lugar con un guardián fuera del campus en donde haría la prueba. Gracias por la advertencia, gente.
- No te preocupes por mí -, dijo Lissa sonriendo. – Hablaré contigo si empeora.-
- Muy bien-, le dije a regañadientes. Sólo para estar segura, abrí mis sentidos y me dejé sentir lo que ella realmente sentía a través de de nuestra conexión. Estaba diciendo la verdad. Ella estaba tranquila y feliz esta mañana, nada de que preocuparse. Pero en el fondo de su mente, sentí un punto negro, unos sentimientos incómodos. No la estaba consumiendo ni nada, pero tenía eran los mismos sentimiento de depresión y cólera que ella solía tener. Era sólo un poco, pero no me gustaron. Yo no quería eso allí. Intenté entrar todavía más en su mente para poder sentir mejor sus emociones y de repente sentí un extraño toque. Me envolvió un sentimiento horrible, y salí de su cabeza. Un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo.
- ¿Estás bien?- Preguntó Lissa frunciendo la frente. - Te ves enferma de repente.-
- Solo... nerviosismo por la prueba- le mentí. Vacilante, establecí nuestra conexión de nuevo. La oscuridad había desaparecido completamente. Sin dejar huella. Tal vez, después de todo, no tienen nada de malo.
-Estoy bien-. Señaló el reloj. -No llegarás a tiempo si no corres-. -Mierda- juré. Tenía razón. Le di un rápido abrazo. -Hasta luego! -
-¡Buena suerte!- Ella gritó.
Corrí a través del campus y me reuní con mi mentor, Dimitri Belikov, que estaba esperando al lado de un Honda. Qué aburrido. Supongo que no podía esperar que pudiéramos conducir por las carreteras de montaña de Montana en un Porsche, pero sería bueno ir en algo más guay.
-Lo sé, Lo sé-, le dije, al ver su cara. - Siento llegar tarde-. Entonces recordé que tenía de las pruebas más importantes de mi vida, y de repente, se me olvidó por completo Lissa y las pastillas que probablemente no estuvieran haciendo efecto. Quería protegerla, pero eso no significa mucho si no conseguía pasar la escuela y convertirme en una verdadera guardiana. Dimitri estaba ahí, hermoso como siempre. El masivo edificio de ladrillo echaba largas sombras sobre nosotros, asomando como alguna gran bestia en la luz oscura de antes del amanecer. A nuestro alrededor, la nieve comenzaba a caer. Observé como los cristalinos y brillantes copos caían suavemente. Algunos aterrizaban y se fundían en su cabello oscuro.
-¿Quién más viene?-, Le pregunté.
Él se encogió de hombros. -Sólo tú y yo-.
De repente cambió mi estado de ánimo de "feliz" a "emocionado". Dimitri y yo. Solos. En un coche. Esto muy bien puede valer una prueba sorpresa.
-¿Está muy lejos?- En silencio, supliqué que fuese un viaje realmente largo. Como, uno que nos llevase una semana. Que implicase pernoctar en hoteles de lujo. Tal vez tropezamos con un banco de nieve, y sólo en calor corporal nos mantendría con vida.
- Cinco horas.-
-Oh-
Un poco menos de lo que esperaba. Pero sí, 5 horas era mejor que nada. I tampoco eliminaba la posibilidad de un banco de nieve. La carretera oscura y llena de nieve habría sido difícil para la conducción de un humano, pero no se mostró como un problema para los ojos de un dhampir. Miré hacia adelante, tratando de no pensar en la barba de Dimitri llenado el coche con un limpio, fuerte olor que me hacia querer derretirme. En lugar de ello, traté centrarme en la prueba de nuevo. Es el tipo de prueba no se podía estudiar. O pasabas o no. Guardianes de alto nivel visitaban a los novatos y los evaluaban individualmente para discutir su compromiso para ser guardianes. No sabía exactamente lo que se pedía, pero según los rumores se habían acumulado a lo largo de los años, los guardianes mayores evaluaban el carácter y dedicación, y algunos novatos se habían considerado inapropiados para continuar el camino de los guardianes.
-Ellos no suelen venir a la Academia?- Le pregunté a Dimitri. -Quiero decir, estoy a favor del viaje pero porque nosotros estamos yendo hasta ellos?-
-En realidad, vas a él, no ellos-. Un suave acento ruso salió de las palabras de Dimitri, la única indicación de donde había crecido. De lo contrario, yo estaba segura de que hablaba inglés mejor que yo.
-Dado que este es un caso especial y que nos está haciendo un favor, nosotros estamos haciendo el viaje -.
-¿Quién es?-
-Arthur Schoenberg-. Saque mis ojos de la carretera y mire a Dimitri.
-¿Qué?- Grite.
Arthur Schoenberg era una leyenda. Fue uno de los grandes cazadores en la historia de Strigoi, guardianes de la vida y que solía ser la cabeza del Consejo de Guardianes - el grupo de personas que designaban los guardianes para los Moroi tomaban las decisiones por todos nosotros. Él finalmente se retiró y regresó a proteger una de las familias reales, la Badica. Incluso jubilado, yo sabía que todavía era letal. Sus hazañas fueron parte de mi plan de estudios.
-¿No… no disponen de ninguna otra persona?- Le pregunté en voz baja. Pude ver como Dimitri sonreía.- Estarás bien. Por otra parte, si él te aprueba, será una gran recomendación para dejar en tu historia -. Dimitri usaba el primer nombre de uno de los guardines más increíbles. Por supuesto, Dimitri también es increíble, así que no debería de estar sorprendida. El silencio cayó sobre el coche. Me mordía los labios, de repente me preguntaba si podría entrar en los patrones de Arthur Schoenberg. Mis notas eran buenas, pero cosas como escapar y meterme en peleas podría empezar a dudar acerca de cómo seria en mi futura carrera.
- Estarás bien-, dijo Dimitri. –Lo bueno de tu historia sobrepasa todo lo malo.- Era como si a veces pudiera leer mi mente. Sonreí un poco y lo miré a escondidas. Fue un error. Tenía un cuerpo largo y delgado, incluso sentado era obvio. Ojos abismalmente negros. Cabello marrón a la altura del hombro atado detrás del cuello. Parecía que el pelo fuera de seda. Yo sabía porque había pasado mis dedos en él cuando Víctor Dashkov puso en marcha el hechizo de la lujuria. Con grandes dificultades, me obligó a mí misma a comenzar a respirar de nuevo y mirar lejos.
- Gracias, entrenador.-Lo provoqué, enclavándome en mi asiento.
- Estoy aquí para ayudar-, respondió. Su voz se relajo - inusual en él. Él generalmente hablaba con fuerza, listo para un ataque. Probablemente iba seguro dentro del Honda o al menos tan seguro como podía a mí alrededor. Yo no era la única que había tenido problemas para ignorar la tensión romántica entre nosotros.
-¿Sabes lo que realmente ayuda?- Le preguntó, sin encontrar sus ojos.
-¿Hmm?-
-Si apagas esa música mala y pones algo que se hizo después de la caída de la Muralla de Berlín.- Dimitri se rió.
–Tu peor clase es la historia, y de alguna manera, ya sabes todo sobre Europa Occidente -.
- Oye, tengo que obtener el material para mis chistes, camarada-. Aún sonriente, cambió la emisora. Para una country.
- ¡Hey! Que no era lo que yo tenía en mente -, exclamé. Pude ver como estaba a punto de reír de nuevo.
-Elige. Es uno o otro.- Suspiro. –Vuelve a las cosas de los años 80-. Regresó a la emisora, y yo crucé mis brazos por encima de mi pecho mientras una banda europea cantaba acerca de cómo el video había destruido la radio. Yo quería matar a alguien de la emisora de radio. De repente, cinco horas no parecían tan cortas como yo pensaba. Arthur y la familia que él protegía vivían en una pequeña ciudad en la I-90 fuera de Billings. La opinión de los Moroi por regla general fue dividida sobre los lugares para vivir. Alguien discutió que las grandes ciudades eran mejores porque permiten a los vampiros estar mezclados con multitud, por la noche las actividades no atraen mucho la atención. Otros Moroi, por ejemplo, esta familia, al parecer, eligió las ciudades con menos personas, creyendo que si había menos personas para que los notaran entonces se notarían. Convencí a Dimitri para parar a por comida en un restaurante 24 horas en la carretera, y entre eso y detenernos para los suministros, era cerca del mediodía cuando llegamos. La casa fue construida en un estilo lujoso, con la madera pintada de color gris y grandes ventanales - pintadas para bloquear el sol, por supuesto. Parecía nueva y cara, e incluso está en medio de la nada, fue lo que esperaba para los miembros de la realeza. Salté del coche, empapado mis botas con centímetros de nieve que acumulados en la entrada.
El día era cálido y tranquilo, a excepción del ocasional susurro viento. Dimitri y yo caminamos hasta la casa, siguiendo una roca que cortaba el jardín. Yo podía verle regresar al "negocio", pero en general su actitud era tan feliz para mí. Ambos tenían una especie de actitud de la culpa por haber deseado el viaje en coche. Mis pies resbalaron en la entrada cubierta con hielo, y Dimitri me aguanto instantáneamente. Tuve una extraña sensación de deja vu, recordando la primera noche en que nos encontramos, cuando él me había salvado de una caída como esa. Temperaturas frías o no, su mano parecía muy caliente, incluso con las capas de mi abrigo.
-¿Estás bien?-Me soltó, para mi desanimo.
- Sí,- le digo, lanzando con ojos acusadores a la acera de hielo. -Estas personas nunca han oído hablar de la sal? -Dije en broma, pero de repente Dimitri dejó de caminar y yo también me paré inmediatamente. Su expresión se volvió tensa y alerta. Él giro la cabeza, los ojos mirando el entorno, el blanco cortinas alrededor, antes de regresar a casa. Quería preguntarle, pero algo en su postura me dijo que me quedara callada. Estudió la construcción durante casi un minuto completo y, a continuación, miró hacia abajo a la entrada, cubierta con hielo roto sólo por nuestros pasos. Cuidadosamente, se acercó a la puerta, y yo le seguí. Se volvió a parar de nuevo, esta vez para estudiar la puerta. No estaba abierta pero no estaba completamente cerrada. Parecía que había sido celebrado no estaba sellada. Mirando más a fondo, puso de manifiesto deficiencias en los bordes de la puerta, parecía que había sido forzada en algún momento. Abriéndola con un toque cuidadoso. Dimitri deslizó sus dedos delicadamente donde se encontraba la mordedura de la puerta, su aliento hacia pequeñas nubes de aire. Cuando tocó la maneta de la puerta, hizo un ruido, como si estuviese rota. Por último, hablo en silencio - Rose, espera ir en el coche.-
-Pero yo-
-Ves-.
Una palabra, pero llena de poder. En aquella única sílaba, me acordé del hombre que yo había visto echando gente y peleando contra un Strigoi. Me volví, moviendo la nieve cubiertos con capas prefiriendo eso a arriesgarme en la acera. Dimitri se paro, y no se movió hasta que entre de un salto en el coche, cerrando la puerta lo más suavemente posible. Entonces, con sus cuidadosos movimientos, que empujó la puerta y desaparecido hacía dentro.
Quemándome de la curiosidad, conté hasta diez y salte del coche. Yo sabía que no debía ir tras él, pero yo tenía que saber lo que estaba sucediendo en la casa. La acera y la carretera indicaban que nadie había estado allí durante algunos días, pero también podría significar que los Badicas simplemente nunca habían salido de la casa. Era posible, supuse que fueron víctimas del asalto humano común. También es posible que algunos habían asustado y el hecho de… como los Strigoi. Yo sabía que esa posibilidad era la que había echo que la cara de Dimitri se volviese tan disgustada, pero parecía un escenario poco común con Arthur Schoenberg de servició. Parada en la carretera, miré al cielo. La luz era fría y húmeda, pero estaba ahí. Mediodía. El punto más alto del sol. Los Strigoi no podían salir de la luz del sol. No necesitaba tener miedo, pero la ira de Dimitri.Paseo alrededor de la casa, caminando en nieve profunda - casi un pie de profundidad. Supongo que no había nada extraño en la casa. Estalactitas colgaban de la tubería, y las ventanas pintadas no revelar secretos. Mi pie golpeo algo de repente, miro abajo. Allí, medio enterrados en la nieve, había una estaca de plata. Había sido arrojado en el suelo. La cogí sacándola de la nieve, frunciendo la frente. Qué estaba haciendo esta estaca aquí? Las estacas de plata eran caras. Eran la cosa más mortal que tenía un guardián, capaz de matar a un Strigoi con un solo ataque en el corazón. Cuando se forjaban, 4 Morois la encantaban con la magia de cada uno de los elementos.
Yo no había aprendido a utilizar una aún, segura en mi mano, de repente me sentí segura mientras continué mis análisis. Una gran puerta guiaba al patio de atrás de la casa por una cubierta que sería probablemente la diversión en el verano. Pero el vidrio del patio estaba roto, de modo que una persona podía cruzar fácilmente la misma. I sobie degrada la cubierta, mirando la hielo, a sabiendas de que me metería en problemas cuando Dimitri encontrara lo que estaba haciendo. Y a pesar del frío, mi cuello no paraba de sudar.
Luz del día, la luz del día, me acordé. Nada de qué preocuparse. Llegó al patio y estudio el cristal oscuro. No podía decir lo que se había roto. Dentro, la nieve había invadido y había hecho una pequeña corriente en la alfombra de color azul claro. Arrastre el pomo de la puerta, pero estaba bloqueado. No que había hecho la diferencia. Cuidadosamente para no cortarme, alcanzo la apertura y abro el pomo des de dentro. Saque mi mano cuidadosamente y tiró de la puerta. Silbó levemente a lo largo del camino, un sonido que aún parecía más bien ruidoso en el misterioso silencio. Pasé por la puerta, entrando la luz del sol, que entró por la puerta. Mis ojos se ajustaron por la disminución de la luz. Viento entraba por la apretura del patio, bailando con las cortinas a mi alrededor. Yo estaba en una habitación. Tenía todos los elementos que cabría esperar. Sofá. Tv. Una mecedora.
Y un cuerpo.
Era una mujer. Ella estaba sentada en frente del televisor, su pelo negro en el suelo cerca de ella. Ella miró sus ojos sin vida, su rostro pálido - más pálidos, incluso que un Moroi. Por un momento pensé que su pelo estaba cubriendo también su cuello, demasiado, hasta que me di cuenta de que eso en su piel era negro sangre - sangre seca. Su garganta había sido cortada. La escena surrealista fue tan horrible que no reconocen lo que yo estaba viendo al principio. Con su postura, la mujer podría estar muy bien dormida. Entonces vi el otro cuerpo: un hombre de perfil sólo a unos pocos pies de distancia, oscuras manchas de sangre de la alfombra a su alrededor. Otro cuerpo se encontraba cerca del sofá: un niño pequeño. En toda la habitación estaba otro. Y otro. Había cuerpos en todas partes, los cuerpos y sangre.
La escala de la muerte de repente a mi alrededor fue registrado, y mi corazón comenzó a golpear más rápido. No, no. No era posible. Era de día .Cosas malas no podían suceder de día. Uno gritó empezó a crecer en mi garganta, que se detuvo de repente, cuando una mano con guantes apareció detrás de mí y cerro mi boca. Empecé a pelear, y luego sentí el olor de la barba de Dimitri.
-Porque-, dijo, -Nunca escuchas? Tú estarías muerta si ellos siguieran aquí -. No podía responder, a causa de su mano, y debido al shock. Yo había visto a alguien muerto antes, pero nunca había visto la muerte esta magnitud. Después de casi un minuto, Dimitri finalmente tomó su mano, pero se quedo cerca de mí. No quería mirar más, pero era incapaz de sacar mis ojos de la escena que tenía delante de mi. Cuerpos por todos los sitios. Cuerpos y de sangre. Por último, me volví hacia él.
-Es de día- susurro. -Las cosas malas no ocurren de día -. Oigo la desesperación en mi voz, una niña implorando que alguien dijese que ese era un mal sueño.
-Cosas malas pueden suceder en cualquier momento-, dijo. -Esto no ha ocurrido durante el día. Probablemente ocurrió hace un par de noches. –
Me atreví a dar una mirada de nuevo al cuerpo y mi malestar estomacal volvió. Dos días. Dos días que estaban muertos, para que borren su existencia - sin que nadie en el mundo supiera que usted se había ido. Mis ojos encontraron el cuerpo de un hombre cerca de la entrada de la sala. Él era alto, muy musculoso para ser un Moroi. Dimitri debió notar cuando lo miré.
-Arthur Schoenberg-, dijo. Veo la sangrienta garganta de Arthur.
-Él está muerto-, le digo, como si no fuera perfectamente claro. - ¿Cómo puede estar muerto? Como un Strigoi mato a Arthur Schoenberg? -No parece posible. No se puede matar a una leyenda. Dimitri no respondió. En lugar de eso movió sus manos hacia a bajo y se cerraron donde mi mano aguantaba la estaca. Cedí.
-¿De dónde lo has sacado?-, Preguntó. Afloje la mano y le permití coger la estaca.
-Fuera. En el suelo.- Levantó la estaca, estudiandosu superficie mientras brillaba contra la luz del sol.
-Se rompió la sala-. Mi mente, todavía aturdida, se tomó un tiempo para procesar lo que había dicho. Entonces entendí. Las salas eran anillos mágicos lazados por los Moroi. Como las estacas, se hicieron utilizando la magia de los cuatro elementos. Era necesario un gran usuario de la magia Moroi, generalmente un grupo por cada uno de los elementos. La sala podía bloquear el Strigoi porque la magia estaba conectada a la vida y los Strigoi fueron asesinados. Pero las salas se agotan rápidamente y necesitan mucho mantenimiento. La mayoría de los Moroi no los utilizan, pero en algunos lugares lo usan. La academia de San Vladimir utilizaba varios.
-Los Strigoi no pueden tocar las estacas,- le dije. Me di cuenta que yo estaba utilizando muy
- No pueden - y –No-. No era fácil cambiar sus creencias. -Y ningún Moroi o dharpir haría eso -.
-Un ser humano podría-. Me encontré con sus ojos.
- Los humanos no ayudan a los Strigoi - me detuve. Allí estaba de nuevo. No. Pero no lo podía evitar. Lo único en lo que podemos confiar en la lucha contra un Strigoi son sus limitaciones - el sol, la sala, la estaca magia, etc. Utilizábamos la debilidad de ellos en su contra. Si ellos tuvieran otros seres que los ayudaran y no les afectaban sus limitaciones... El rostro de Dimitri estaba rígido, todavía listo para cualquier cosa, pero un pequeño resplandor de alegría cruzo sus ojos negros mientras él me miraba emprender mi batalla mental.
-Esto lo cambia todo, no?-, Le pregunté.
-Sí-, dijo. –Lo cambia-.


espero ke les guste y ya estoy acabando de escribir mi primer capitulo de la historia ke pronto publicare ok besos

lunes, 22 de noviembre de 2010

video presentacion 2



Hola espero que les guste el video bueno tambien aprovecho para informarles que voy subir pronto algunas partes de los libros de la saga vampire academy como escenas que me gustaron mucho y que me gustaria compartir con ustedes y tambien para decirles que ya en unas 2 semanas voy a empezar a subir por fin mi primera historia escrita por mi


bueno les mando saludos y besos

jueves, 11 de noviembre de 2010

Adelanto de Afterlife de Claudia Gray

Bianca y Lucas siempre han creído que podían soportar cualquier cosa por estar juntos.
Cuando un giro del destino no sólo transforma Bianca en un espectro fantasmal, también convierte a Lucas en un vampiro, la criatura que él pasó su vida cazando… quedan pasmados.
 Atormentado por su poderosa necesidad de matar, Lucas puede acudir a un solo lugar en busca de ayuda... La Academia Medianoche.
 Bianca está decidida a quedarse con él. Pero con el líderes de los vampiros de Medianoche librando una guerra contra los fantasmas, su antigua casa se ha convertido en el lugar más peligroso que podía ser, a pesar de los nuevos poderes que su transformación le ha dado.
 Una batalla entre fantasmas y vampiros, Bianca y Lucas se enfrentan a una nueva realidad aterradora. Han superado todos los obstáculos que la vida ha puesto entre ellos.
  
 ¿Pero su amor es suficientemente fuerte como para sobrevivir a los desafíos después de la muerte?

Sinopsis del libro Despedida de Claudia Gray

Bianca ha abandonado Medianoche se ha unido a la Cruz Negra, la organización mundial de cazadores de vampiros. Su nueva vida no es precisamente fácil: bajo la tutela de Kate y Eduardo,  debe entrenarse con disciplina militar, cuidando de que nadie descubre sus poderes sobrenaturales.
Solo hay algo que la reconfortará: la compañía de Lucas, su gran amor y único confidente, con quien ya ha empezado a planear una nueva huida.
Pero lo que Bianca todavía no sabe es que, por muy lejos que vaya hay algo de lo que nunca podrá escapar: su destino…………